Osteopatía pediatrica

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El estrés o traumas durante la gestación y las fuerzas de compresión durante el parto pueden causar desequilibrios en el sistema cráneo sacral del niño. Hasta en los partos más naturales y libres de problemas, la presión de la cabeza del niño sobre la base pélvica durante las contracciones comúnmente puede crear compresiones en la base del cráneo, lo cual a su vez afecta al sacro. Estas distorsiones tienden a resolverse de manera natural en los días o semanas después del parto, pero en muchas ocasiones no ocurre esto. De este modo, el trauma contenido en el cuerpo del bebé puede producir un amplio abanico de síntomas, tales como inquietud e intranquilidad, problemas de succión, cólicos, problemas en el desarrollo e incluso lesiones en el cerebro.

Estos patrones traumáticos a menudo permanecen durante toda la infancia y la vida adulta, produciendo una amplia gama de disfunciones posibles como procesos emocionales, como ansiedad o depresión. Así mismo, alteraciones físicas como sinusitis, dolor de espalda, migraña, trastornos digestivos, o respiratorios y contribuyendo al debilitamiento del estado general de salud.

Un reconocimiento de desequilibrios cráneo sacrales en los bebés es altamente recomendable; puede ser muy útil en la prevención de problemas que se manifestarían más tarde en la vida.

 

Toda la historia de nuestra vida está contenida en la forma física.

La osteopatía craneal permite normalizar los huesos del cráneo del recién nacido que ha sufrido choques o compresiones exageradas, antes, durante o después del parto o cualquier alteración de causa interna o externa que se haya presentado en cualquier momento de la vida.

“ El parto es una dura prueba para el cráneo del bebe y la pelvis de la madre“

INDICACIONES EN RECIEN NACIDOS Y LACTANTES

• Antecedentes de parto instrumentado (fórceps, espátulas ventosas, etc.)
• Trabajo de parto o expulsivo muy prolongado.
• Embarazo múltiple o madre con miomas o útero pequeño.
• Asimetrías faciales y/o craneales y/o corporales.
• Llanto persistente sin causa.
• Reflujo gastro-esofágico, hipo persistente.
• Trastornos del sueño.
• Bebé agitado o que no se mueve, postura persistente o llamativa.
• Dificultad para girar la cabeza hacia algún lado.
• Asimetría en los movimientos de alguna de las extremidades.
• Bebes que lloran cuando les tocan alguna parte del cuerpo.
• Trastornos respiratorios o de deglución.
• Muy útil en Recién nacidos que tengan compromiso o irritación del Nervio Vago.

Nota: Siempre que exista alguna de estas indicaciones, el tratamiento debe hacerse lo más pronto posible.